El tabaco se ha extendido como la mayor droga comercializada en todos los países. No obstante, esa legalización no la libra de producir adicciones, efectos secundarios y enfermedades peligrosas para la salud.
Dejar de fumar es la lucha diario de muchos fumadores y de una gran cantidad de organizaciones contra el cáncer, pese a ello las cifras son todavía muy elevadas.
¿Qué adicción produce el tabaco?
El tabaco está compuesto por nicotina que es la principal razón para su poder adictivo. Así es como el tabaco produce adicción (tabaquismo) y comportamiento de consumo repetido que no puede ser controlado por el afectado. Además, la nicotina conlleva, si no se toma regularmente, un efecto de abstinencia mucho más duradero que en el caso de otras drogas.
No obstante, además de ese componente adictivo, los cigarrillos también están compuestos por sustancias tóxicas para el organismo como el alquitrán, el monóxido de carbono o el acetaldehído. Por tanto, no se trata únicamente del efecto adictivo, sino de todos los síntomas y consecuencias posteriores que generan los componentes del tabaco.
Los síntomas no son evidentes inmediatamente después de fumar y, por ello, no se ha considerado el tabaco una droga peligrosa. Sin embargo, ya se ha aceptado que, a medio y largo plazo, el consumo de nicotina produce grandes posibilidades de sufrir complicaciones en la salud posteriores.
¿Qué consecuencias tiene la adicción al tabaco?
Básicamente, fumar es perjudicial para casi todos los órganos del cuerpo humano y es la principal causa de diferentes enfermedades.
Además, no hablamos únicamente de la salud del adicto. También se producen efectos secundarios en las personas que están a su alrededor de forma más o menos regular mientras fuma. Se trata de los conocidos como fumadores pasivos (entre los que también se encuentran los niños) a los que el aire contaminado por el humo puede producirles diferentes dolencias respiratorias.
En cuanto a los adictos, los adolescentes se llevan la peor parte dado que no siempre han finalizado su progreso normal de crecimiento. Las sustancias nocivas de tabaco se ceban con sus pulmones, corazón, el sistema nervioso e, incluso, el cerebro y su capacidad para la concentración y el aprendizaje.
Concretamente, el tabaquismo mata a diario a personas al producir diferentes tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares por la obstrucción de éstos de forma crónica. El cáncer de pulmón es, a menudo, consecuencia del consumo de nicotina.
De hecho, si observamos las consecuencias de fumar un único cigarrillo estaríamos hablando de un aumento del ritmo cardíaco y la tensión arterial, elevación de la frecuencia respiratoria y un frecuente picor en las vías respiratorias. Es común la tos, dado que el organismo intenta expulsar lo inhalado.
¿Cómo prevenir la adicción al tabaco?
Es cierto que algunas estudios han revelado que la adicción tiene un marcado agente genético que predispone a una persona frente a otra que no tenga esa variante genética.
No obstante, esto no es, en ningún caso, el único origen de la adicción ni quiere decir que sea irremediable la misma. Es una predisposición que puede evitarse si no se establecen comportamientos de consumo de tabaco habituales.
Conocer esos agentes genéticos ha permitido a la ciencia desarrollar diferentes tratamientos preventivos y terapias que logran evitar la adicción o consiguen rebajar enormemente la cantidad de cigarrillos fumados cada día.
Además, muchas organizaciones, conscientes de estos problemas, están trabajando en la concienciación ciudadana y la necesidad de dejar de fumar en los grupos con mayor riesgo a sufrir cáncer. Lo hacen desde plataformas en redes sociales como Facebook para que los adolescentes también sean partícipes de ello.
¿Cómo superar la adicción al tabaco?
Para combatir la adicción al tabaco y dejarlo definitivamente existen tratamientos que las clínicas especializadas en desintoxicación pueden poner al alcance de los fumadores adictos.
Se han desarrollado muchos estudios para descubrir y entender el poder de adicción del tabaco y de la nicotina. Con ello, también es posible obtener medicamentos y tratamientos que transformen las conductas adictivas.
Alguno de los tratamientos desarrollados pasan por dar al paciente parches o chicles de nicotina que transforman esas ansias de fumar. Realmente es necesario combinar lo anterior con terapias conductuales que modifiquen los hábitos que ha desarrollado el adicto. En esta guía puedes encontrar un poco más de información a cerca de algunos de estos hábitos que son necesarios modificar para superar la adicción.
No es sencillo puesto que, normalmente, fumar se convierte en un hábito relacionado con otras actividades como, por ejemplo, hablar por teléfono, tomar una copa o conducir. Así, los centros de desintoxicación y las clínicas especializadas tienen por delante un duro reto que se basa en desconectar esos hábitos y crear otros mucho más saludables. Un tratamiento que necesita de la colaboración de amigos, familiares y de la sociedad en general.
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El documental sobre tabaco que revolucionó a media Europa:
Fuentes:
- http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252008000400006
- http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775303735891
- http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-53072006000200008
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0013338/