Una adicción es una enfermedad crónica con efectos devastadores para la persona afectada y para su entorno cercano. En el caso de la heroína, la adicción puede ser muy difícil de tratar puesto que las recaídas son constantes.

Pese a ello, sí hay clínicas especializadas que buscan soluciones tras analizar toda la información sobre la adicción.

¿Qué es la heroína?

La heroína es una droga sedativa que deprime el sistema nervioso y ralentiza el funcionamiento del cerebro. Con ello, disminuye la sensación de dolor, tanto físico como emocional, lo que suele ser la causa de las primeras conductas adictivas.

Se trata realmente de un opiáceo de tipo semisintético derivado de la morfina. No es legal ni terapeútica y suele ser consumida por vía intravenosa, aunque también puede ser fumada o esnifada.




Los efectos provocados por los opiáceos comienzan rápidamente tras el consumo y pueden duras varias horas. Tiene esas características puesto que alcanza rápidamente el cerebro.

La adicción a ella es una enfermedad del cerebro que provoca el deseo de seguir consumiendo hasta límites nada saludables para el adicto.

¿Qué genera la adicción a la heroína?

La heroína contiene sustancias tóxicas para el individuo, aunque éste considera que no se trata de efectos negativos. De hecho, a corto plazo puede sentir oleadas de euforia que seguirá buscando sin detención.

Como en el caso del abuso de otras drogas, esas sustancias generan una dependencia total que va acrecentando la dosis consumida. Se debe a que se desarrolla fácilmente un nivel de tolerancias que lleva al adicto a suministrarse una cantidad mayor cada vez. Con ello, se desarrolla una dependencia física que ocasiona diferentes síntomas, como vómitos, insomnio o inquietud, si se detiene su consumo. Por tanto, la heroína es una de las drogas más adictivas en su uso.

La fuerte adicción a sus componentes provoca que se trate de una enfermedad sometida a constantes recaídas y la búsqueda incesante de la droga en cuestión. Se producen, además, cambios neuroquímicos y moleculares peligrosos en el cerebro que modifican comportamientos y hábitos en el adicto.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la heroína?

A corto plazo hablamos de depresión respiratoria, nauseas, vómitos o un funcionamiento mental más lento. Sin embargo, los verdaderos efectos nocivos se producen a largo plazo.




La adicción lleva al afectado a buscar la inyección de heroína sin tener en cuenta las consecuencias de no respetar las medidas sanitarias básicas. Así es como se producen las infecciones bacterianas, los abscesos, las venas colapsadas y el contagio de enfermedades como la hepatitis B y el virus del SIDA. No obstante, también hablamos de infecciones del endocardio y de las válvulas del corazón, daños pulmonares (neumonía por ejemplo) y enfermedades del hígado y los riñones, además de artritis y otros problemas reumatológicos. Muchos de ellos provocados por las sustancias que no se disuelven completamente en el organismo y obstruyen diferentes órganos.

¿Cuál es el tratamiento contra la heroína?

El tratamiento contra la heroina es constante y no tiene una temporalidad concreta, puesto que la dependencia a ella es feroz y se recae incluso meses después de dejar de consumir. Pese a que desaparezcan los síntomas de abstinencia, la adicción no concluye.

Por esa razón, no es nada recomendable un tratamiento casero contra la adicción. Esa terapia debe ser llevada a cabo por clínicas especialistas y profesionales que conozcan todas las fases del proceso y las medidas necesarias para llegar a la desintoxicación total y el control en el abuso de drogas.

Suele ser común que los familiares más cercanos crean que con su apoyo y la estancia en el hogar es suficiente para combatir la adicción. Nada más lejos de la realidad, ya que no conocen los peligros del síndrome de abstinencia ni cómo controlarlo. Éste llegan a ser tan peligroso como los propios efectos directos del consumo.

Así, en los centros de desintoxicación se desarrollan diferentes tratamientos según el grado de adicción que exista en el paciente. Por supuesto, es más sencillo el control y curación en las primeras fases de adicción.

En general, se entrelazan tratamientos con metadona (opiáceo que sirve para controlar los efectos de la abstinencia) o buprenorfina (con menor riesgo de adicción que la metadona) y terapias conductuales modifican los hábitos adictivos.

Por tanto, conlleva la desintoxicación y la posterior remodelación de las conductas adquiridas que sólo es posible de manos de expertos en adicciones.

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Vídeo sobre los efectos de la adicción a la heroína:

Fuentes: